viernes, 20 de abril de 2018

Ya nada me queda

Mi rostro compite con el fuego,
en color y temperatura;
quizás si fuera ciega,
no sufriría esta tortura.
Sin embargo, sorda también sería,
para que tus palabras, en mí, no despierten fantasías.

Mas nada evitará que en mis recuerdos florezcas,

que tu perfume me atrape
y en mi mundo te conviertas.
Te has adueñado de mis sueños, mi cabeza,
mi mente, corazón, espíritu;
ya nada me queda.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario