sábado, 21 de abril de 2018

No diré...

No diré que encarnas la perfección,
porque si empiezo a mentir en este poema,
te estaría dedicando palabras sin fuerza.

El poder de las palabras está en su verdad,
por eso diré que estás en mi cabeza
cada vez que no tengo nada en qué pensar.
Por eso diré que al verte no puedo controlarme,
pero que sí me esfuerzo por intentarlo.
Por eso diré que despierto pensando en ti,
que en solitario grito cuánto me gustas,
y que disfruto dibujarte,
tanto como oírte hablar.
Por eso diré que aún cuando lees algo deprimente,
tu voz contrarresta el sentimiento,
y quedo entre sonreir y llorar.

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