martes, 6 de noviembre de 2018

Diosa obstinadamente humana

La fuerza de tu deseo humano
mantiene atada tu escencia divina;
sin importar cuanto nos esforzamos
no dejamos de sentir esa aura bendita.

La niegas sin cesar, a cada momento,
porque aceptarla sería concederle poder;
si un día abrazaras ese brillo interno,
cuánto este mundo habría de perder.

Si fuera egoísta no querría perderte,
mas solo me llena feliz poder verte,
diosa que en esta tierra prefieres esconderte.

Lo único que quisiera saber ahora,
es si acaso fuiste tú aquella angélica razón otrora,
de aferrarme a esta vida que el dolor devora…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario