miércoles, 5 de junio de 2019

Versión de oda a tus falencias en estrofas quadernas

Descubrir necesito lo que tienes de malo,
en dónde has dejado tu tan divino halo;
comprender las razones, pues suspiros exhalo,
sin poder un momento olvidar tu regalo.

Mi mundo dividido en dos partes iguales,
pues todo lo de antes, detalles generales,
han desaparecido, no parecen reales;
después de conocerte, mis versos son leales.

Imposible resulta que la perfección seas,
sin una sola falla, ni una acarreas;
rogando conocerte mis días señoreas,
aunque con los mortales vives y te codeas.

Aunque a veces siento que eres una diosa,
mi reina absoluta, a quien hago gustosa
elogios variopintos, y libación copiosa;
sé que no te agrada mi devoción melosa.

Mas igual continuo, mis versos te dedico,
mi felicidad toda, a ti te adjudico.
Deseo protegerte; las costumbres practico
de medieval vasallo, aunque te deifico.

¿Transgredo mis princípios por querer conocerte?
Mi vedada señora, gracias a ti soy fuerte,
gracias a ti entiendo que debo merecerte;
afortunado sea quien diario puede verte.

Si pudiera tan solo hablarte algún día,
¿te parece posible? Sobre ti hablaría,
entonces quien tú eres finalmente sabría,
pues a mí solo eso me interesaría.

De ti quiero saber todo lo que se pueda;
si el error encuentro, únicamente queda
mi oda dedicarle, que todo le conceda,
pues me ha permitido que a ti yo acceda.

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