La fuerza de tu deseo humano
mantiene atada tu escencia divina;
sin importar cuanto nos esforzamos
no dejamos de sentir esa aura bendita.
La niegas sin cesar, a cada momento,
porque aceptarla sería concederle poder;
si un día abrazaras ese brillo interno,
cuánto este mundo habría de perder.
Si fuera egoísta no querría perderte,
mas solo me llena feliz poder verte,
diosa que en esta tierra prefieres esconderte.
Lo único que quisiera saber ahora,
es si acaso fuiste tú aquella angélica razón otrora,
de aferrarme a esta vida que el dolor devora…
Imperium, del latin, que significa poder.
Y ¡ay! cuanto poder tienen las palabras... *** Si fueran capaces, a sí mismas se escribirían, pues son expresión gráfica de todo aquello que necesitan: Pensamiento y sentimiento. *** Pueden salvar o quitar una vida, pueden sanar o empeorar una herida... *** ¿¡Quién hay con más poder, que aquel que es dueño de las palabras!?
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