Mi rostro compite con el fuego,
en color y temperatura;
quizás si fuera ciega,
no sufriría esta tortura.
Sin embargo, sorda también sería,
para que tus palabras, en mí, no despierten fantasías.
Mas nada evitará que en mis recuerdos florezcas,
que tu perfume me atrape
y en mi mundo te conviertas.
Te has adueñado de mis sueños, mi cabeza,
mi mente, corazón, espíritu;
ya nada me queda.
Imperium, del latin, que significa poder.
Y ¡ay! cuanto poder tienen las palabras... *** Si fueran capaces, a sí mismas se escribirían, pues son expresión gráfica de todo aquello que necesitan: Pensamiento y sentimiento. *** Pueden salvar o quitar una vida, pueden sanar o empeorar una herida... *** ¿¡Quién hay con más poder, que aquel que es dueño de las palabras!?
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